sábado, 2 de diciembre de 2006

La luz y la teoría de la lámpara

Muchos de nosotros buscamos la felicidad y la dicha en este mundo caótico y desquiciante. A veces, entre tanta muerte, caos, destrucción, demencia, soledad y apartamiento creemos que hay una luz que ilumina todos esos vacíos de oscuridad que hacen que nuestra vida tenga sentido. Pero, exactamente que es ese sentido que le queremos dar a nuestra existencia, y porque necesitamos esa "luz" que nos de una guía para poder vivir y darle meta a nuestro andar cotidiano.

Lo que no comprendemos, lo que nos deprime, lo inexplicable, burdo y ruin le dan oscuridad a nuestra vida por lo que necesitamos esa "luz" que aleje y sea la almanera de la esperanza entre las sombras que trae la oscuridad a nuestro existir. No obstante, los que hemos vivido en una situación de oscuridad constante, al borde de la vesania e insanidad, sabemos que la luz es sólo algo temporal. La oscuridad es la ausencia de luz en todo sentido, la nada en su más pura expresión. A mayor cantidad de estos elementos sombríos que se posan en el árbol de nuestra existencia, nuestra vida se llena de sombras, nuestra existencia se convierte en una imitación pobre de vida y cada vez se acerca más a la pureza de la oscuridad, de la no existencia, del vacío. Una vida vacía, es una no vida, es una vida de oscuridad. Una vida "pura e ímpia" a la vez, ya que nadie realmente desea ese tipo de vida.

Nuestra esperanza y respuesta a situación que irremediablemente nos puede llevar a la locura y existencia sin sentido es una luz que nos guíe, que nos de sonrisa en el momento de pena, que nos de esperanza en el momento de máxima depresión y dejadez, que nos haga sentir que todo ese sufrimiento que acarrean las sombras de la vida lo valen ya que tienes una luz que te defiende, te purifica, te permite crecer y evolucionar.

Pero, ese elemento que llamamos luz en nuestras vidas, no es una luz duradera. No sabemos cuanto durará este tipo de esperanza. Así como las mismas estrellas mueren en la oscuridad del espacio y sólo queda al final la nada en la fría soledad espacial, lo mismo sucede con la luz de nuestras vidas. Estas pueden durar toda una vida, así como una vacía estrella fugaz en nuestro camino, sin embargo no son eternas y no son controladas por nuestra voluntad. La voluntad de un tercero es el determinante de la existencia de esa luz. Es relativo quien define la existencia de esta luz, si no lo que importa es quien define su duración.

Imaginemos que estamos en un lugar abierto totalmente oscuro, es tan oscuro que la penunbra pareciera tener densidad propia. Es tan sofocante que se siente que fuera un lugar cerrado. Soreprendentemente a este lugar, llega un tercero con una lámpara encendida y la coloca en un lugar visible al frente de ti; por lo que las sombras son expulsadas del lugar cerrado y se inmaterializan como sin jamás hubiera existido. Al fin tienes la oportunidad de ver en donde estabas encerrado en el fondo de un hoyo profundo cavado por ti mismo; puedes divisar un sendero trazado hacia abajo por tu torpeza al movilizarte en la oscuridad; pero lo más importante: Ves un camino que sigue hacia adelante y te permite salir de este agujero.

No obstante, pasa lo inexplicable luego de algún tiempo al margen de la situación: la lámpara se apaga y ya no existe. La oscuridad ha vuelto y todas las esperanzas, ahora vanas, que tenías de volver a caminar, de darle sentido a tu andar ahora se han ido. Tratas de explicarte que pasó ¿falló la lámpara?¿esa tercera persona la apagó? ¿por qué tenía que desaparecer? Lo más desquiciante de todo es que no encuentras una lógica racional a todas a estas interrogantes que asaltan a tu mente. Tienes miedo, estás en el mismo hoyo de nuevo y no sabes que hacer. Lloras de la impotencia, porque la esperanza se ha ido y no puedes volver a andar.

Ese es el poder de la oscuridad, tu vida se vuelve marasmo, no le tienes miedo a la muerte pero la deseas, ya que tu vida vacía es lo mismo que una no vida ¿qué es lo que uno puede hacer ante esta situación? Tener la esperanza de que la luz volverá, morir in situ o aprender a tolerar la oscuridad como algo constante en nuestra vida y la luz como algo pasajero. Aceptemos la oscuridad de nuestras vidas y aprender a vivir en la oscuridad es una ardua tarea, pero es la opción más vialbe luego del dolor de perder tu luz...Pero esa es mi respuesta, cada uno buscará en su interior cual es realmente su verdad.

Aceptemos la oscuridad de nuestra vida como nuestra propia
Magill Umbra

1 comentario:

QUIMERA dijo...

quien eres? que es lo que haces actualmente?